24° Fecha: Domingo 19 de septiembre de 2010

Equipo 1: Mati – Cris – Juan – Nes – Alejo – Joaquín

Equipo 2: Ale – Hora – Tete – Gus – Camiseti

Ganador: Equipo 1 por 5 goles

Redactor de turno: Juan



Partido extraño en mal terreno el disputado la tarde de ayer. Con final feliz para algunos y amargo para otros, como debe ser, ya que si todos ganaran el fútbol sería el juego más alegre y estúpido del mundo.

Al comenzar la situación parecía pareja: Juancito abrió el marcador, pero el Equipo 2 rápidamente empató. Luego vino una situación polémica: pelota que cae desde el aire, Ale pone sus manos y al mismo tiempo Juan pone su diestra, la pelota se dirige torpemente hacia la línea y entra. El 9 sale corriendo gritando su gol, pero el mismo es anulado ante el grito del menor de los Morán “Me la pateó de las manos”, cumpliéndose el vaticinio que la novia del Palermo local le había dicho antes de que éste fuera hacia la cancha “hoy hacés cuatro, pero uno te lo anulan”. A partir de allí su visión se nubló y por largo tiempo hizo todo mal…

El Equipo 2 aprovechó la situación, se rearmó y descargó una catarata de goles que ensancharon la distancia a 6 de diferencia. Es de destacar la actuación de Gus, con muy buena puntería y participación en el ataque, autor de varios goles de su conjunto en compañía de Tetín Pescador, quien con puñalada trapera y fuerza de diseñador recibido sacudió en varias oportunidades la meta rival. Los hermanos Morán se comportaron debidamente, sumando al juego colectivo tanto en defensa como en ataque, mientras que el comentario de la fecha lo dio el querido Camiseti, queriéndole robar el apodo de “Calesita” a Horacio, demostrando tener la pelota pegada con un chicle al botín, dando vueltas desde la mitad de cancha hasta el final de la misma.

En cuanto al Equipo 1, su moral se encontraba por el piso: Cris defendía como siempre pero no le bastaban las piernas para tapar los remates de tantos atacantes que presentaba el conjunto rival. Nes, fijo en el arco (salvo en un breve instante en el que fue reemplazo por Juan) hacía lo que podía por evitar que le llenaran la canasta, pero cuando intentaba el pase largo se encontraba con dos delanteros a los que les costaba bajar la pelota. Del primero de ellos ya hablamos, el segundo era el otro 9, Matigol, quien si bien también convirtió más de una vez no lograba conectarse de lleno con la cuero, pisándose con su compañero de artillería. Pero el secreto del Equipo 1 se hallaría en sus dos jugadores más jóvenes: el pequeño Joaquín, quien fue el único en mantener su buen nivel durante todo el partido, recuperando pelotas y haciendo pases, y el adolescente Alejo, que en un momento dado comió la espinaca del fútbol y se convirtió en el héroe que todos necesitábamos: en un arranque de velocidad y buen juego comenzó a disparar y achicar la distancia que separaba a ambas escuadras. Este repentino cambio motivó al resto de los jugadores y el equipo comenzó a funcionar como un todo más orgánico: Mati y Juan volvieron a los goles y hasta Cris convirtió con la fina potencia que lo caracteriza. La tortilla comenzaba a darse vuelta.

Finalmente, si bien el Equipo 1 pasó del 6 abajo al 5 arriba, es para remarcar la frase de Gus finalizado el encuentro, coca en mano: “No ganaron ustedes, lo perdimos nosotros”.

Que la historia lo juzgue.