8° Fecha: Domingo 25 de abril de 2010

Gorriti Fútbol Club: Tomás – Bautista – Tete – Juan + Walter

Progreso Fútbol Club: Horacio – Federico – Cristian – Ariel L + Invitado

Resultado: El Progreso ganó por 4


Redactor de turno: Juan


Hoy me toca escribir estas líneas desde la derrota. Sólo puedo decir a favor del Gorriti, pero no como excusa, que, ante la ausencia sin aviso de Ariel B, se armaron los equipos para quedaran parejos siendo cinco contra cuatro. Sin embargo, a último momento se sumó un invitado que miraba desde atrás del alambrado, desequilibrando la armonía preestablecida entre los opuestos.

El Progreso arrancó con todo: con una línea de jugadores que ya se conocen a la perfección de tanto compartir emociones, y con una simbiosis entre Fede y el invitado en la delantera, hizo los tres primeros goles del encuentro. Pasado el primer sacudón, el Gorriti logró atravesar la red contraria por primera vez, pero acto seguido el Progreso desenfundó nuevamente y sumó dos tantos más. Las cosas iban 5 a 1.

El tiempo corría y los jugadores también, y entre goles de un lado y del otro, la diferencia que había logrado el equipo de Morán era de 5 tantos. Así las cosas, Tete pasó al arco (donde representó un digno papel, sumado al tanto que convirtió estando en la delantera), Walter, en su regreso al futbol y debut en el presente torneo, se puso las pilas en la defensa y el recupero e incluso la mandó adentro cayendo al suelo, y los hermanos López desplegaron toda su magia futbolística para lograr una terrible remontada de seis al hilo. Contra cualquier pronóstico inicial, ahora era el equipo de Calzada el que se colocaba un poroto por arriba del marcador.

No obstante, la felicidad dura sólo instantes y algunos son más cortos que otros. Hacia la segunda mitad del encuentro el partido se emparejó y el resultado iba del uno arriba, al empate, el uno abajo y la vuelta a empatar. Pero una pieza fallaba en la maquinaria del Gorriti: Juan, su nueve de área, no tuvo puntería…

Por su parte, el Progresó contó esta vez con una verdadera galería de estrellas: Cris, el patrón del fondo, impasable en la defensa, cortó varias de las jugadas de los López; Ariel L, el siempre peligroso, no sólo dentro de la cancha sino también plantado como un muro en el arco; Hora, veloz y ágil, si bien no estuvo tan iluminado como otras veces presentó un buen juego; Fede, devenido un pescador goleador, repitió en varias ocasiones la técnica del “la recibo en el área, doy media vuelta y la mando a guardar”; y el invitado se defendió bastante bien, dando buenas pases en la delantera.

A pesar de la destreza sobrehumana de Tomás y Bautista y sus jugadas de salón, la diferencia en la calidad total de los equipos se hizo notar y finalmente el chenemigo de la fecha cerró el círculo de su mala suerte haciendo un gol en contra, acabando el juego en cuatro tantos a favor del equipo de Amenedo e Yrigoyen.