18° Fecha: Domingo 1 de agosto de 2010

Equipo 1: ariel b, tete, mati, gus, cris

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Equipo 2: wally, juan, fede, dami, manu

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Resultado: ganó equipo 1 por 3 tantos

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Redactor de turno: Dami

Mientras el ruido de las bubuselas ya casi se apaga en nuestras cabezas, el fútbol en estado puro volvió a manifestarse en el único lugar en que cabría esperarlo, hablamos por supuesto del Progreso, señores, club conurbano de larga vida como la leche. Allí se dieron cita una vez más diez criollos con el objeto de deleitarse en la práctica del deporte más lindo creado por el ser humano, aunque jugado también por más de un animal. Y el convite resultó excepcional, una orgía de buen juego, diversión y amistad digna de ser organizada por el mismísimo Diegote, cuya última gran lección algunos interpretaron de esta manera (tal vez bien, tal vez mal): ni los más grandes certámenes merecen la pena de ser ganados si no es en clima de diversión y camaradería. Es por eso que más de uno se sospechaba ayer si el gurú argentino no se andaba atrás del asunto de semejante partido, el para muchos fecha 18 del Torneo Místico 2010. Y no podemos asegurarlo, pero teniendo en cuenta su retirada del seleccionado y actual desempleo, no sería de extrañar que haya decidido tomar las riendas de este otro Roll Royce lleno de tierra que es el Progreso Fobal Club, bastante descuidado por su dirigencia uruguaya, y que solo parece recibir la atención del Mono, equipo de buen corazón que de vez en vez se encarga de pasarle el trapo. Probablemente el acuerdo se cierre si mamá uruguaya acepta a Ruggeri en el cuerpo técnico, pero parece que a ella, como a Grondona, tampoco le agrada la cara del cabezón. Habrá que esperar novedades.


La primera tarde de Agosto, mes que este año promete ser dadivoso con cinco domingos de fútbol (chau Julio de mierda, futbolísticamente horrible de acá a Sudáfrica, lleno de lluvia y amargura), se presentó fría pero soleada en el microestadio trasero. Allí fueron llegando los players: primero el siempre tempranero Cristophere, un Gus ya casi plenamente recuperado de su muñeca quebrada y el mito viviente Matigol, resurgido de las cenizas y listo para violar vallas (no pensar en los vallaprimos que nos referimos a los arcos). Luego hicieron su ingreso Juan, que decidió prescindir la tarde de ayer de Fuerza Bruta en Recoleta para aplicarla contra su cuñado en Turdera (como se verá más adelante), el susodicho cuñado e inminente víctima Ariel, y Tete, que minutos antes se había encargado de pasar por la casa de su primo para mantener una charla táctica con él y finalmente, ante la noticia de último momento de la ausencia de Tomi, convencerlo para que juegue el encuentro del día. Dami, entonces, a punto de enchastrarse en el fango de la derrota por primera vez en el año, completó este segundo grupete. Poco después salió a la cancha, claro que sí, el infaltable Titán Fede y, para terminar de completar los presentes, el extravagante y provocador hincha de Alemania Wally, irremediablemente unido a su talentoso amigo Manuel, la pieza necesaria que le permitiría intentar llevar a cabo (con mediano éxito) su secreto y macabro plan individualista: ser reclamado por un equipo (cosa que logró) y convertirse en el goleador de la tarde (en lo que falló).


Una vez todos en la cancha, llegó el momento de la separación de aguas y del armado de escuadras para el enfrentamiento. La curiosidad de la fecha fue la unión de dos potencias con diferentes estilos que suelen figurar en equipos rivales: Juan y Dami, quienes cayeron en este primer y fundamental momento en un error fatal, como queda registrado por el siguiente intercambio de palabras:


Dami: “Che Juan, Wally para el otro equipo”.
Juan: “Para nosotros, para nosotros”.
Dami: “Che pero…”
Juan: “Mirá que viene atajando re bien, Wally es nuestro”.
Dami (viendo cómo Wolta se calza los guantes solito y enfila para el arco): “Listo, si ataja, joya”. Y después, a Wolta: “Wally, querés atajar todo el partido, ¿no?”
Wolta: “Y… si me agarra frío un ratito salgo…”. Dami tuvo un mal presentimiento, pero recordando el escándalo que había provocado su intervención inicial en la octava fecha, decidió no insistir más en cuestiones organizativas. La primera parte del plan del fana de Klose se había concretado. Y la cancha ya empezaba a inclinarse para el lado del equipo 2…


El partido empezó parejo: cero a cero. Pasó un rato y el que abrió el marcador fue el 9 palermitano culminando con éxito una buena jugada colectiva del equipo 2. El 1 no tardó en igualar y pasar al frente por un gol, de ahí en más progresando el resultado pero mateniéndose siempre a favor del equipo 1 por un tanto. El fair play reinaba en el Progreso, los contrincantes seguían al pie de la letra las normas del juego y pocas veces se había visto tal grado de caballerosidad en el salvaje fútbol barrial donde es proverbial la ausencia de referíes, cuando de pronto, el Palermo de barba y pelo marrón, en un arrebato de desenfreno cobró protagonismo nuevamente, ahora para castigar duramente a su querido cuñado (y menos mal que lo quiere, que sino…) Ariel. La infracción fue tan fuerte que se cobró y nadie la cuestionó.


Promediando los 10 minutos y con el aumento de la diferencia por 2 tantos a favor del equipo 2, Wolta decidió que era el momento para poner en marcha la segunda parte de aquel plan suyo: convertirse en el Hombre-Gol. Entonces se fue de la portería para casi nunca más volver, mandando al talento al arco, su amigo Manuel. Wolta tendría su instante de pseudo gloria sobre el final del encuentro…


El equipo 1 cada vez se fue mostrando más sólido, si bien con algunos momentos de distracciones que sus rivales no siempre supieron aprovechar. Gus demostró que pocas fechas le bastaron para recuperar el buen juego que lo caracteriza, con excelente movilidad, atento para la habilitación a sus compañeros y, por si fuera poco, cuando le tocó ir al arco tapó unas cuantas difíciles. Se complementó muy bien con el fornido Ariel, responsable del empuje que permitió el funcionamiento de la maquinaria del 1, convirtiendo incluso más de una vez. Del principio hasta el final, Cristophere se mantuvo (¿cuándo no?) segurísimo abajo, tanto en la recuperación como en la salida, descargando mucho para Tete, el pipita Higuaín de zona sur, extrañamente ocupando una posición del medio para abajo que, como todos saben, no es la suya ni la del pipita.


Párrafo aparte merece la actuación del histórico 9 del Progreso, el ya recauchutado Matigol, disfrazado de holandés para la ocasión. Frecuentando por naturaleza de mitad de cancha hacia arriba, en los momentos en que su equipo necesitó ayuda extra en defensa no dudó en bajar para hacer una gauchada. Rápido, controlando sin problemas las pelotas exigidas, con la cabeza levantada y sin el egoísmo clásico del delantero nato supo entregar la pelota al compañero cuando había alguien en mejor posición que él para definir con seguridad. Y por supuesto, no le faltó lo principal, los matigolazos. Fueron tres, entre los que se cuentan el tanto que cerró la jornada. Fue un broche de oro para una actuación igual de reluciente. Después del encuentro el ídolo declaró a quien esto escribe que en partidos anteriores no había logrado sentirse en su elemento y recién en esta fecha creía haber vuelto a un nivel mucho más cercano al que le dio fama. La esencia, que es lo que importa, regresó el domingo señores, y como espectador me alegra haber sido testigo del acontecimiento. Un gusto encontrarlo nuevamente en las arenas del Progreso.


El juego del equipo 2 pasó sobre todo por el trío conformado por Fede, Manuel y Dami, siendo el eje central el 10, de gran partido. Todas las pelotas que terminaron en gol pasaron por sus pies, hizo la individual cuando convenía, y junto a los dos recién mencionados armó el mejor fútbol que supo ofrecer el team. Brindó una perla para el recuerdo: sombrerito a Ariel que no lo pudo parar y después definición fuerte al arco. El golazo de la fecha. Dami participó en algunas buenas jugadas colectivas pero se notó su larga inactividad futbolera. Su gran fallo consistió en malograr 3 mano a mano claritos. Manuel fue la otra punta del triángulo futbolístico, en los momentos que no iba al arco cuando tenía que ir su colega Wolta. El pro- germano, después de un partido flojísimo, pudo desahogarse con un fuerte grito de gol que a algunos les sonó exagerado: el tanto no había sido especialmente bueno (sí fue fruto de una buena dosis de garra en el área rival) y su combinado seguía por 2 abajo… pero quizás significaba mucho para su propio partido (de todas maneras no creo que haya sido el goleador), que lamentablemente no era el de su equipo… así y todo, al Wally se lo quiere igual.


Los minutos finales fueron de comodidad para el equipo 1, que nunca corrió el riesgo de que se le empate. Tras la sentencia uruguaya que terminó el encuentro no hubo clima para la coca, porque aunque la amistad era mucha, no abrigaba, así que los hasta entonces contendientes estrecharon sus manos, cada uno agarró sus pertenencias lo más rápido que pudo y salió corriendo en procura de un baño, una estufa, una bebida o cualquier cosa o ser caliente que lo aparte de semejante ola polar. ¿Quién se encargó de pagarle al uruguayo?

Nota Final: Esperando el parte médico de Iniesta.


En este difícil momento, toda la comisión mística aguarda el parte médico del lesionado 8 de Independiente, nueva víctima de los charcos que suelen formarse los días de lluvia en el estadio techado. Esperamos y hacemos fuerza por que no sea nada demasiado grave. Hasta no tener los resultados, nos abstenemos de cualquier tipo de chascarrillos sobre complots. ¡Fuerza querido Iniesta, que El Progreso quiere tu presencia de inmediato!