11° Fecha: Domingo 16 de mayo de 2010

Gorriti Fútbol Club: Tete – Néstor – Juan – Tomás – Bautista – Andrés – Fabricio

Progreso Fútbol Club: Damián – Federico – Horacio – Alejandro – Cristian – Camiseti

Resultado: Ganó el Progreso por 3


Redactor de turno: Horacio


Gran partido y con notables figuras el vivido mientras que el bicho se coronaba campeón. Hablamos del partido extra large en el que predominó la cantidad de jugadores.

El brillo siempre infaltable de Fede, Tomy y Bauti se junto con el de otros que hacían al buen juego. Cris parado atrás con solidez característica, le daba seguridad al equipo ganador. Camiseti, convertido en armador para que Fede, Hora y más tarde Dami se sumen al ataque haciendo lo que saben: goles. Ale ayudaba atrás y arriba, y contenía al equipo de los López cuando se venían.

Por el lado de Gorriti, Tomy se calzaba el equipo al hombro y con Korioto Bauti hacían jugadas que atravesaban la defensa hasta llegar a gol. Fabri por la punta derecha, Nes como un bólido por la izquierda, el Turco Rusti Aloy parado atrás e impasable a veces junto con TT que atajaba con muchas ganas.

Desde el comienzo el equipo de Fede empezó arriba, para que promediando se vengan al humo los del Chino, acercándose en el marcador. Pero la furia de Dami con el temple del Titán Fede arrasó con goles ya en los últimos 15 minutos, quedándose con el partido.

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Nota crítica (Juan):

Mi querido Horacio, una cosa es ser breve y otra es faltar a la verdad (o esquivar el bulto). Resumiendo lo ocurrido esta tardenoche creo que podríamos decir que, bajo un frío mayo y sobre una cancha que sabrá Dios por qué llamamos “de conchilla” (donde nuestro amigo “comerciante de Ágraba” Uruguayo nos obligó a llevar nuestra propia pelota), la llegada de Bautista “no me anoto en los mails pero ya saben que juego” López dictaminó que seríamos trece para la cena. La decisión casi unánime fue hacer dos equipos parejos, uno con seis jugadores de mejor promedio de nivel y el otro con siete que contara con algunos menos agraciados. Es decir, los equipos eran parejos, si jugaban seis contra siete. Pero hete aquí que, apenas comenzado a rodar el balón, el entonces arquero Damián “puntero invicto cueste lo que cueste” Valla levantó sus quejas diciendo “¿Cómo? ¿Juegan los siete juntos? ¡Es afano, es afano!”, motivo por el cual, y en un acto de plena hidalguía, Fabricio decidió relegar su titularidad al puesto de suplente.

Así las cosas, en un desparejo seis contra seis fuimos cambiando un jugador por cada gol hecho o recibido. Y resistimos estoicamente: si bien nunca pudimos pasar al frente, manteníamos un digno empate y sólo hacia la segunda mitad del encuentro flaqueamos un poco, momento en el cual el equipo de los Morán llegó a ubicarse por seis tantos arriba. Sin embargo lo recuperamos, llegamos a la diferencia de tres y no sé cómo hubiera terminado el partido si no fuera que el querido “dame cincuenta pesitos y te presto la pelota” oriundo de Uruguay no lo hubiese dado por acabado.