7º Fecha: Domingo 18 de abril de 2010

Equipo 1: Tomás – Tete – Ale – Camiseti

Equipo 2: Fede – Juan – Hora – Cris

Resultado: El Equipo 2 ganó por tres goles


Redactor de turno: Juan


Jugoso como un buen asado y picante como un mal chorizo fue el partido vivido esta tardenoche en la “bombonerita” del Progreso. Con un clima extraño al mejor estilo Cristian Castro que “amor, como el cielo, se fue poniendo negro…” rayos y centellas alumbraban a las estrellas que deslumbraban dentro del estadio.

Mientras que el puntero del campeonato brilló por su ausencia (comenzando tal vez a especular con la tabla), la decisión de la formación de los equipos se basó en la regla de las “parejas de antipartes” ya utilizada en más de una ocasión. Así fue como se discriminaron los polos de Tomi-Fede (los peso pesados), Tete-Juan (los peso mosca), Ale-Hora y Camiseti-Cris (los medio medianos). Ubicados de esta forma, se largó a rodar la bola.

Los del Equipo 1 arrancaron con todo, pasando rápidamente al tres arriba. Sin embargo se trató sólo de un momento (extenso) de distracción en sus rivales, quienes no tardaron en empatar y pasar al frente cuando, a lo Riquelme y Palermo, Fede hizo el pase exacto para que Juan la empujara derecho adentro. Pero el Equipo 1 no se quedó atrás: su arma secreta Tete salió del arco y, ante el saque recibido, caminó con la pelota tranquilo y sin marca alguna, convirtiendo un golazo desde apenas pasada la mitad de cancha.

El Equipo 2 comprendió que no era el momento de quedarse atrás: el superdefensa Cris comenzó a anular a su archienemigo Camiseti, e incluso metió dos chutinazos limpios, fuertes y al aro aportando al tanteador de su conjunto. Por su parte, Tomi, Ale y el mismo Camiseti buscaban el hueco y la oportunidad, desmarcándose con elegancia y mandándola a guardar, mientras Tete volvía a encargarse de la portería. En un bonito subibaja futbolero ambos conjuntos se disputaban el resultado del encuentro, pasando del un lado al otro del marcador. El equipo 2 contó con la magia inigualable de un maradoniano Federico que avanzaba como pez en el agua por el césped de cemento y, tras arduas batallas con su contraparte del 1, metía buenos pases y sobre todo varios goles, dejando un poco de lado su tradicional despilfarre de lujitos (más allá de que se le vio alguna rabona por ahí) para enviar con fuerza la bocha a los brazos de la red. Horacio también obnubiló a los ausentes espectadores con su gracia habitual y un hermoso gol que, siendo arquero, subió y no dudó en convertir.

El clima pesado, el hombre de menos y los ravioles del mediodía se hacían notar y cada vez costaba más correr la pelota. Esto motivó a que el caballito de batalla del Equipo 1, el zurdo López, comenzara a perder la paciencia frente a la falta de definición en sus compañeros. Tete recibió un par de pases cerca del área pero falló en la puntería y Ale corría con ganas, recibía con hidalguía y disparaba con altura, tal vez demasiada, ya que la redonda no lograba ubicarse entre los tres palos. El Equipo 2 aprovechó esta falta de entusiasmo que su poderoso contrincante comenzaba a demostrar para aumentar la ventaja que había logrado y terminar con un gol de su nueve de área el tres arriba. Segundos después de que Tomás saliera rendido de la cancha a sacarse los botines, el uruguayo hizo su acto de presencia emitiendo su conocido sapucai de “tiempo”, dando el punto final a un nuevo duelo de titanes dominguero.

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Nota: Siendo ya la séptima fecha de este apasionante Torneo la gente hoy más que nunca se pregunta: ¿Dónde está Wally?