12º Fecha: Domingo 10 de mayo de 2009

Equipo 1: Tete – Tomi – Cris – Ale – Walter

Dirige tácticamente: Juan Pablo Vazquez

Equipo 2: Hora – Fede – Nes – Gus – Dami

Dirige tácticamente: Matías Cuello

Resultado: El Equipo 1 ganó por un gol


Redactor, relator, comentador, fotógrafo, camarógrafo, DT e hincha de turno: Juan


Tocome esta vez presenciar la magia dominguera desde un punto de vista diferente: con un dedo adicto en recuperación, sólo pude sentir el sudor de los muchachos desde el banco directivo. Allí, junto con mi eterno rival Matigolpe, lesionado él de la rodilla, nos disputamos el honor y la gloria de la vida en los pies de nuestros cófrades itinerantes.

Partido parejo si los hubo, trabado por momentos pero paradójicamente a la vez sin faltas graves, el match se dejó disfrutar y se vivió con adrenalina, pasión y chimichurri futbolero.

Con un gol de López, quien abrió el marcador, el equipo 1 (desde ahora: Las Marionetas de Juampi) comenzó ganando el encuentro. Sin embargo, el Equipo 2 (desde ahora: Los Playmobil de Mati) supieron dar vuelta el resultado. Desde ahí todo fue equilibrado a la vez que desequilibrante: como si un dios pagano pasara el frastacho por el cemento fresco, idas y vueltas de la redonda de cuero alisaban una jugatoria que de tan imparcial la burbuja de un verde nivel apoyado sobre él no sabría hacia dónde correrse.

Los Playmobil llevaban su leve ventaja por momentos, alentados por la fría y calculadora mente de su bielsista dirigente, sin embargo las Marionetas de Juampi sabían aprovechar los dictámenes de su Amo y Señor, empatando y dando vuelta la tortilla en más de una ocasión.

Dos jugadores de este equipo tenían especial hambre de gol: por un lado Ale, que apoyado bajo el lema “ya va a venir, ya va a venir”, logró finalmente ubicar la redonda dentro de los tres palos, besando con furia su azulino botín. El otro era el Tete, que por más que se ubicaba en su clásica esquina, no lograba comerla ni beberla, hasta que, mágicamente y fuertemente fiel a su estilo, la puso con ganas y acabó adentro sin mediar consecuencias. Por su parte, un callado Walter también tuvo su premio contra la red, justo en el momento en que su equipo comenzaba a posicionarse, dándole aliento, respiro y mucha furia pueblerina. Luego estaban las estrellas: Tomi y Cris, quienes no sólo hicieron alarde de su genialidad individual sino que también mostraron complementarse efectivamente bien como pareja obrera, construyendo paredes que terminaban en libidinosos besos contra el fondo del arco rival.

En cuanto a los Muñecos de Matanga, su actitud fue igualmente buena: Horatius, como siempre, corría y corría sobre la línea, con una velocidad tal que sorprendía a aqueos y troyanos y velaba los rollos de las cámaras (está científicamente comprobado que el mayor de los Moran llega de 0 a 100 km en 8 segundos). Dami, por su parte, hacía uso y abuso de su garra correspondiente y su buen juego habitual, recuperando bolas y aventándolas con fuerza hacia la portería ajena, unas dentro, otras fuera. El ninja Gustavo dio como siempre lo mejor de sí, con su envidiable condición física y su no menos candorosa habilidad, al tiempo que Nes, quien empezó muy mal pero rápidamente subió su nivel convirtiéndose hacia la segunda mitad del juego en una pieza clave para su equipo, hacía de las suyas con el titán Fede, chutador que, demás está decir, destilaba gracia, destreza y algunas quejas hacia sus compañeros en los momentos difíciles.

El partido estaba uno abajo para el Equipo Del Sombrero Blanco cuando su tutor tuvo que ausentarse unos minutos para devolver al técnico enemigo a su cuartel de cuatro ruedas. Cuando regresó, el paradigma había cambiado completamente: el gol de diferencia se mantenía, pero esta vez favorable para los Cinco grandes del buen humor que dirigía. Luego de unas idas y vueltas finales (en las cuales nadie hubiese deseado estar en los calzoncillos de Tete, quien defendía su arquete y su primer puesto en la tabla), el minuto uruguayo culminó el encuentro dándole la victoria final al equipo del Gran DT por un poroto.

Premios:

Maradona: Si bien la mayoría tiraba hacia otro astro, yo creo que esta vez el premio al mejor desempeño personal se lo merece el caballero Cris, quien no sólo cosecha su primera medalla dentro de la cancha sino que también se da el lujo de dedicarle un gol a una misteriosa “Paulita”.

Terminator: Si bien no hubo ninguna fractura expuesta (debo confesar que desde el banco se me complicaba golpear a los rivales), una jugada de Ale algo subida de tono le permitió añadir este premio a su escaparate.

Chenemigo: Hay que ser francos: después de su error el pibe se puso las pilas y jugó bien, teniendo sus picos de 40 puntos de rating. Pero el yerro fue groso y le valió el trofeo: ante un pase de Fede, Nes, encontrándose como arquero, dejó que la pelota simplemente golpeara contra su pie y, muy lentamente, ingresara detrás de su propia línea, sumando el gol en contra.

Festejos en imágenes: